El Ombligo del Ocio #57
Me gusta La Muerte.
—Permíteme elaborar.
Muerte en mayúscula precedida de su artículo definitivo en femenino del singular. Como personaje, pues.
Por ejemplo, me encanta dibujarla en mis cuentos. Aburrida y cansada. Quizá como la villana o sólo una responsable trabajadora que cumple cabalmente con sus obligaciones. A veces solitaria y melancólica. En otras ocasiones sarcástica o enojada. En uno de mis cuentos llega La Muerte y se sienta en la cornisa de un edificio, al lado de un presunto suicida que piensa saltar al vacío. Ella se queja de cómo los suicidas le echan a perder su agenda y le agarran las prisas. Cosas por el estilo.
También me gustan los cráneos y calaveras caricaturizadas, La Muerte de la lotería mexicana o La Muerte elegante y coqueta que imaginó José Guadalupe Posada en sus grabados y que ahora es protagonista de una de mis festividades favoritas. Me gusta La Muerte.
Quien me conoce sabe que no soy muy navideño.
Para quien no me conoce: no soy muy navideño.
El sábado 25 de diciembre del 2021, antes de que el sol abriera sus ojitos, salí a carretera rumbo a San José del Cabo para ver a mi Bendición y que me presumiera lo que le había dejado Santa en su arbolito. Apenas unos veinte minutos saliendo de La Paz, me arrebasó una camioneta del servicio médico forense.
—Esa nunca es buena señal, —musité en voz baja para mí mismo.
Disfrutaba al manejar de los podcasts que había programado para que me acompañarán durante el viaje, sin embargo no pude quitarme de la mente la camioneta blanca de la SEMEFO. De manera inconsciente iba buscándola en cada curva. Transcurrió una media hora más aproximadamente, por lo que supuse que tal vez hacían un traslado o quizá el personal regresaba a casa, un rato, antes de tener que recoger otro muertito. Pero no.
De repente, en un tramo recto tuve que bajar la velocidad. Estaba despedazado un coche, cuál escena de película: un par de cuerpos descansaban sobre el helado asfalto serenado con la brisa del mar que fue testigo del accidente. Era una mañana fría, supongo que por eso estaban cubiertos.
Iban. Venían. No lo sé. No llegaron a su destino, pero su destino sí los alcanzó a ellos. Aún me restaban 70-80 minutos de viaje y mi mente decidió no dejarlos sobre el camino. Así que esa imagen, pero más aún, las posibles historias alrededor de ellos, fungieron de copilotos.
Todo ese tiempo no dejé de llorar. No lloraba a moco tendido, en un llanto sin control y doloroso, no. Simplemente no paraban de salir lágrimas de diferentes tamaños, intensidades y ciclos de lavado. El flotador de mis glándulas lagrimales se quedó pegado.
Si bien no soy navideño, tal vez quienes fallecieron sí lo eran. O su familia. Sus amigos. Pero al final de toda posibilidad y como única certeza, ellos ya no estaban más en este plano. Quienes los esperaban, quienes recién habían estado con ellos, quienes los conocían, ellos iban a pasar una de las peores navidades de sus vidas —sino la peor—; eso hizo que me abrumara.
Ayer lloré. Recordé por un instante esa fría mañana navideña. Hoy lo vacío aquí para liberarme de esa pena y la diluyo con la actual y mucho hielo. Pero tú lo lees casi dos meses después. Estaba en mi cueva cuando me avisaron que una persona con la que había convivido apenas unos días atrás, tuvo un accidente de carretera y no sobrevivió —junto con otra persona más—. Él —ellos— trabajaba en un proyecto que lo tenía muy emocionado y que sólo seguiría afianzando su larga trayectoria artística.
Conviví con él algunas horas a lo largo de tres-cuatro días. Pero su impacto en mí le alcanzó para que su partida me partiera. Sus palabras, sus mensajes, sus consejos, su pasión, su energía. Lo sé, todos los muertos son buenas personas.
—¡Ay, tan bueno que era!
No quiero caer en ese cliché. Pero lo que le conocí, lo que le escuché, lo que le aprendí, se me quedó muy grabado.
Reflexionando de manera póstuma, me doy cuenta que fui uno de los últimos que recibieron sus enseñanzas en ese pequeño e íntimo taller, el último que impartió. Lo efímero de nuestro paso en este mundo, lo breve de nuestras vidas, lo repentino de las partidas, todo eso hace que lo que él me dejó, se impregne con mayor intensidad. Como un tatuaje. Incluso raya en obligación. Me siento obligado a crear, ejecutar, liberar y dejar de perder el tiempo antes de que sea yo quien parta.
Me gusta La Muerte, pero no la muerte.
Todos los derechos reservados © 2022
Juan Carlos Pelayo Santos
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Amantsi ⏳
Amantsi = “ahorita” en náhuatl. Ahorita: lapso de tiempo que puede durar desde un segundo hasta cien años —o nunca—. Mi sección de Actualidad 👇
Sí estás tú para saberlo, y yo para contarlo: el viernes 29 de julio tendré una pequeña presentación en la Alianza Francesa de La Paz. Leeré tres cuentos de mi autoría, tipo teatro en atril, los cuales pronto serán publicados en una antología estatal en conjunto con otras plumas de muchísima calidad. ✍️
Es tiempo de liberarlos para que dejen lugar al siguiente proyecto: mi propio libro antología de cuento —en su momento te molestaré con eso, ya que lanzaré una campaña de pre-venta para financiar su impresión—.
Soy muy apegado a mi trabajo y me resulta muy difícil darlos por terminados y publicarlos o concursarlos. Lo cual es bastante estúpido para un escritor. Este ejercicio es una excelente excusa para romper esa manía y miedo para soltar lo producido. 🙄
Compartiré escenario con otros compañeros, así que estará variada la improvisación teatral. 🎭
Club de Lectura 📚
En junio leímos y platicamos sobre El Retrato de Dorian Gray y su autor, Oscar Wilde, en dos sesiones muy entretenidas y enriquecedoras con las ideas de todos los que hicieron posibles los encuentros.
A mediados de mes nos reunimos vía Google Meet en el "recreo" de Lecturas Dispersas, donde hablamos de lecturas de todo tipo y anécdotas que nos llevaron siglos atrás a nuestras infancias. 😅 Y hace una semana tuvimos la edición de este mes, donde echamos el chisme a la carta.
El 27 de junio se realizó la primera sesión presencial de nuestro club con 10 participantes en una dinámica mejor de lo que imaginamos. Además, nuestros anfitriones del Centro Cultural La Paz no podían haber sido mejores. 🥰
Al día siguiente nos reunimos de manera virtual para continuar el diálogo con quienes no pudieron acompañarnos en persona. En nuestra ya tradicional discusión, en este décimo encuentro del Club también fue un deleite desde la comodidad desde nuestras casas con participaciones incluso desde Todos Santos y Ciudad Constitución —el de Guadalajara ojalá regrese pronto—. Por lo que ya podemos decir que somos un club internacional, ¿verdad? 😋
El resto del CALENDARIO JULIO 2022:
Reunión Presencial para platicar de “1984” de George Orwell
Lunes 25 a las 18:00 h, horario La Paz, B.C.S., México.
En las instalaciones del Centro Cultural La Paz [16 de Septiembre esquina Belisario Domínguez]
📞 612-122-0065
Recuerda que de nuevo tendremos mesa con libros para préstamo. Tampoco olvides llevar libros propios para nuestro primer trueque de libros.
Sesión Virtual para platicar de “1984” de George Orwell
Martes 26 a las 19:00 h, horario La Paz, B.C.S., México.
Vía Google Meet: https://meet.google.com/okk-ynvt-tpc
Así que si estás leyendo "1984", ya lo leíste, has visto alguna adaptación basada en la trama, sabes de qué va o simplemente quieres dialogar, se pondrá sabroso… ¡Ojalá puedas acompañarnos!
Tacos de Lengua 🗨️
¡Obvio les falta "sobremesa"!
¡Debes verlo! 👀
Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia. 😒
Para leer 📖
No quiero que me cuenten — luisaftoledo.com
Las precuelas, en general, son la forma fácil de subirse a una historia que ya tiene éxito. Casi nunca aportan algo nuevo y sirven poco para la trama que a uno le gusta. Digamos que tratan de...
Ateo gracias a Dios 😇
No me gustan los gatos. 😻
Escucha 👂
¡Va a pegar esa rolita! 👴👵
Sabes que lo quieres —Yo lo quiero— 💸
Mango sin semilla. 🥺🤤🥴
Lo vi en Twitter 🐣
Añejado 🍷
El Ombligo del Ocio #22 | ¡Ampollas! — www.getrevue.co
Mis pies están completamente ampollados. Mis dedos observan el rojo-anaranjado-brasas que rodea la planta de mis pies, colorados...
El Ombligo del Ocio #19 | The roof, the roof, the roof is on fire 🎵🎶 — www.getrevue.co
Una fila de unas seis personas, tomadas de los hombros con una mano, mientras la otra es alzada...
Óbolo 🙏
👉Está en ti evitar que abra mi OnlyFans y me desnude ante una cámara o que me ponga a bailar en TikTok 🤭
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